Y por qué nos cuesta tanto decir NO?
Nuestra taza reboza, nuestro puzzle tiene muchas piezas, nuestro plato está lleno y sin embargo nos empeñamos en aceptar nuevos compromisos y un sinfín de cosas más, inventarnos tareas absurdas que nos nos valen para nada.
Y por qué nos cuesta tanto decir No y somos tan propensos a decir Si?, porque decir si, es rápido y no te obliga a pensar y elegir, porque es conveniente, quedas bien con los demás y transmites una mejor imagen de ti.
Decir NO cuesta horrores, pero cuesta mucho menos cuando tienes claro lo que quieres, cuando tienes un porqué y sabes que hay cosas mucho más importantes que la incomodidad o el mal trago de rechazar algo nuevo.
Muchas veces la incapacidad de decir No es más habitual de lo que podríamos pensar. Y aprender a incorporar la negación, es sano y necesario para sentirnos bien con nosotros mismos.
Renunciar a hacer algo no significa que la persona que te pide un favor te importe menos o estés enfadado con ella, simplemente tienes un motivo de peso para negarte y si el receptor es comprensible, seguro que entiende tus razones. Expón los motivos con sinceridad, educadamente, sin malas maneras, evitando situaciones incómodas y sin retahíla de excusas afrontando la situación por la cual has tomado esa decisión.
El egoísmo tampoco es una actitud correcta. Deja claro a la otra persona que no lo hará lo que te plantea pero éso no significa que en un futuro estés dispuesto a ayudar con otra cuestión.
Encontrar un equilibrio entre dos extremos igual de malos, el decir siempre decir SI, el decir siempre que NO.
Solemos mostrarnos siempre, disponibles para los demás y en ocasiones priorizamos lo que nos viene de fuera frente a nuestros propios deseos.
Un error muy extendido es creer que llevarnos bien con todo el mundo nos hace mejores personas.
Y es un desgaste enorme querer agradar a todos.
La asertividad se refiere a la capacidad de tener seguridad en si mismo para poder decir No cada vez que sea necesario.
Tenemos que tener muy claro nuestra escala de valores, para saber qué cosas deseamos hacer y otras qué otras no.
Olvidando el miedo y la sensación de culpabilidad al negarnos en una situación determinada.
Hay personas que creen que para ser aceptados por los demás, no pueden negarse a nada y al final acaban siendo manipulados para hacer cosas que no quieren y que van en contra de sus principios.
Aprende a decir No a las personas,a actividades y obligaciones que no aportan valor a tu vida.
Un saludo
Toñi
